Realizar el interiorismo de una casa siempre es emocionante, sin embargo, cuando el proyecto arquitectónico es excepcional, el desarrollo del trabajo se vuelve un verdadero placer y este es el caso del proyecto arquitectónico y del interiorismo de la casa habitación Fortaleza.
Hace un par de años, un día nos llamaron de Mérida para preguntarnos cómo eran los servicios de diseño que ofrecemos. Un diseñador de nuestra firma que tomó la llamada les explicó los alcances de nuestro trabajo y los invitó a conocer nuestras oficinas y el showroom que tenemos en la Ciudad de México. Un par de días después llegó la dueña de casa Fortaleza, que en ese momento sólo era un proyecto y nos comentó que iba a visitar varias firmas de diseño de interiores más para seleccionar alguna que coordinara todo el desarrollo.
He de confesar que desde que vi los planos me enamoré del diseño arquitectónico de la casa, me encantó la amplitud de los espacios, la doble altura, la integración del interior con el exterior, la alberca y las posibilidades que tenía. Poder colaborar en un proyecto así para nosotros siempre es un privilegio y un enorme placer.
Conocimos a Sonia y desde el principio nos pareció una persona muy interesante y con muchas ilusiones puestas en este proyecto, nos habló de sus ideas respecto a cada área de la casa, nos compartió sus inquietudes y, sobre todo, conocimos sus sueños. Acabando el recorrido por nuestro showroom, le obsequiamos nuestro primer libro y nos comentó que en una semana tomaría la decisión.
Honestamente, me quede dudosa de si habíamos logrado transmitirle todas las posibilidades que podíamos ofrecerle si nos contrataba y no tuve la certeza de haberla convencido. Nos enfocamos en otros proyectos y una semana después de su visita nos llamó para decirnos que nos había elegido para la coordinación del proyecto completo. Nos solicitaron la coordinación de todos los involucrados en la realización de la casa: diseño arquitectónico, diseño estructural, diseño de iluminación, aire acondicionado, domótica, diseño de jardín y, por supuesto, el interiorismo de toda la casa.
Fue un trabajo realmente emocionante que requirió de muchas horas de nuestra parte, no solo para el diseño interior sino por la integración de las distintas disciplinas y la supervisión de la ejecución del proyecto. En la primera visita a Mérida conocimos el terreno y vimos el trazo de la casa, apenas estaban empezando a cavar para la cimentación, la alberca ya estaba perforada y había aún duda de sus dimensiones y no habíamos acabado de aterrizar el proyecto definitivo. Fue una visita muy enriquecedora en la que conocimos a la familia completa y tuvimos la oportunidad de convivir y conversar mucho con ellos.
Con el paso de las semanas, fuimos afinando el diseño y la arquitectura de interiores, y con el paso de los meses se acabó de pulir, pero fue el paso de los años —necesario con una pandemia en medio— para que se pudiera concluir este proyecto. No contabilizamos las horas dedicadas pero somos conscientes de que fueron muchísimas. Después de varios cambios en la fecha de entrega ajenos a nuestro control, llegó el esperado día de la entrega. Este momento, por mucho es el más emocionante de todo el proceso, pues es cuando hacemos un recorrido con los dueños de la casa para mostrarles su nuevo hogar completamente vestido.
El día y a la hora señalados, se presentaron los dueños con sus dos hijas y los papás de él. Todos venían muy arreglados y con muchas expectativas de poder apreciar su sueño hecho realidad. Fue un recorrido muy emotivo lleno de anécdotas de vida contadas por los papás de Fransisco. Brindamos con ellos deseándoles toda la felicidad del mundo y aceptamos con emoción su agradecimiento.
Todos los proyectos que realizamos son importantes para nosotros, pero en este hemos dejado un pedazo de nuestro corazón. Desde luego no sería posible sin el increíble equipo de trabajo de la firma que se involucró con pasión y emoción en la realización de este diseño de interiores en Mérida: Casa Fortaleza.