Solemos meter nuestros proyectos a todos los premios de diseño que hay, a veces no ganamos nada, otras veces quedamos de finalistas y en ocasiones, nuestro trabajo es premiado y nos llenamos de orgullo.
Es muy satisfactorio que el servicio de diseño de interiores que brindamos sea reconocido por otros colegas, esto nos aumenta la confianza y nos hace esforzarnos para dar siempre lo mejor de nosotros mismos en nuestra práctica profesional.
El Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA, cuyo objetivo es reconocer a los profesionales para quienes el interiorismo, más que un espacio, es un modus vivendi para mejorar la calidad de vida de los demás, es un premio muy respetado por el prestigioso jurado con el que cuenta desde su fundación: personalidades destacadas en el mundo del diseño a quienes admiro.
En su décima edición, este galardón se consolida como un premio muy codiciado por arquitectos mexicanos, diseñadores e interioristas. Hace algunos años ya lo había ganado en un proyecto colectivo, pero este año ¡Lo conseguimos! Sobra decir lo feliz y agradecida que me sentí por este reconocimiento. Lo vuelvo a pensar y aun no me lo creo.
El proyecto que obtuvo el primer lugar es un corporativo que realizamos para una empresa de bienes raíces, fue un reto realizar el diseño de interiores y la ejecución pues lo hicimos en muy poco tiempo, pero lo que más nos entusiasmó es saber que a nuestros clientes les encantó el resultado.
La primera vez que fuimos a conocer el espacio no había nada; estaba todo el espacio libre, sin piso, sin divisiones, sin baños ni puertas. Nos explicaron sus necesidades y lo que imaginaban que podría funcionar para la distribución del espacio. Después de conocer sus requerimientos, trabajamos en un concepto que les presentamos y a partir de ahí iniciamos con el diseño.
Una vez que les gustaron nuestras ideas y aceptaron la propuesta, dedicamos muchas horas a corregir y pulir todo el proyecto. Éramos muy conscientes de la importancia de detallar cada centímetro del espacio para aprovecharlo al máximo.
El día de la entrega fue muy gratificante ver las caras de emoción de nuestros clientes con el resultado. Un sábado a la hora pactada, llegaron con toda su familia y recorrimos el espacio, pudimos comprobar con mucha ilusión que una vez más habíamos sobrepasado sus expectativas, que para nosotros es algo realmente importante.
Ahora, ver que nuestro diseño es reconocido por otros colegas autoridades en el gremio, nos hace sentir realmente agradecidos por la oportunidad que nos brindaron nuestros clientes de poder colaborar en este proyecto. También nos sentimos aún más comprometidos en realizar bien nuestro trabajo dando todo de nuestra parte para cuidar hasta el más pequeño de los detalles.
Sé y soy consciente del privilegio de poder trabajar transformando espacios, pero también sé que sin el increíble equipo de trabajo con el que tengo la fortuna de trabajar, esto no sería posible. Me siento muy agradecida con todos los creativos maravillosos que colaboran en nuestra firma de interiorismo y también estoy muy agradecida con el premio Prisma por reconocer nuestro trabajo.
¡Hasta la próxima!