“Así como la música surge del silencio, el diseño nace del espacio”.
Mariangel Coghlan
Me gusta reflexionar sobre los conceptos principales que rigen nuestra firma de diseño de interiores, siempre estoy pensando y analizando nuestro proceso creativo. Creo que para ser un buen diseñador es necesario, estudiar y trabajar. En la cantidad de horas invertidas en diseñar, pensar e imaginar, nos vamos haciendo más creativos. Estoy convencida que para llegar a una buena idea es necesario trabajar y analizar muchas ideas.
Los conceptos que guían mi labor como interiorista surgen —como para cualquier otro diseñador de interiores— del espacio mismo, puesto que éste es la materia física que delimita el entorno que buscamos transformar, mejorar, embellecer…
En mi práctica profesional percibo doce conceptos principales que estimulan mi creatividad para transformar el espacio. Se los comparto.
1. Idea Rectora
Para comenzar a diseñar es necesario, antes que nada, una idea. Sin ideas es imposible diseñar. La idea rectora es el eje central del diseño. Para llegar a tener una buena idea es indispensable dedicarle tiempo al análisis, al estudio del espacio que vamos a intervenir y, especialmente, a la reflexión de lo que esperamos lograr. Hay que pensar no un vez, ni dos, ni tres; hay que hacerlo la cantidad de veces que sea necesario para llegar a la mejor solución. Después de tener el concepto de cómo queremos transformar un espacio, tenemos que plantearnos que éste sea funcional, que sea práctico, cómodo, acogedor.
2. Funcionalidad
Un diseño que no es funcional es de alguna manera un absurdo; no podemos plantear una solución espacial que no funciona para el usuario final. Parte central de la funcionalidad es la belleza; para mí algo que no es bello, atractivo, estético, no puede de ninguna forma ser funcional. Algo que es “feo” —aunque sea cómodo—, no funciona.
3. Estética
La cuestión de la belleza es tan intangible como complicada; cuando estamos ante algo bello percibimos la belleza aunque no podamos explicar exactamente qué es lo bello en el objeto observado. Nuestra percepción de la belleza puede depender de convencionalismos sociales, tendencias históricas o evoluciones culturales, pero lo importante es que esté presente en los espacios que habitamos.
4. Innovación
Es común decir que un niño es muy creativo, que innova. Sin embargo, lo que en realidad los niños poseen es espontaneidad. Para innovar o crear algo original, lo que se requiere en primer lugar es conocimiento previo sobre el tema en cuestión; sin estudio, análisis y observación, no se puede crear algo auténtico: lo original no puede surgir de la “nada”. Es importante señalar que en el diseño no se debe buscar la autenticidad por la autenticidad misma, pues ésta únicamente es necesaria en la medida que sea justificada por la funcionalidad o la estética. Crear espacios auténticos, originales, innovadores… cuando el espacio lo requiere, ha sido un objetivo primordial en mi quehacer como interiorista.
5. Calidad
No podemos hablar de conceptos de diseño si no existe calidad: calidad en el proyecto, calidad en la ejecución, calidad en la manufactura. El concepto de la calidad es indispensable para intervenir espacios, y va muy de la mano con el cuidado de los detalles; al final del día, la vida es una hermosa escultura construida de detalles.
6. Esencial
Para concretar el proyecto ideal es necesario contar con lo necesario, únicamente lo esencial, nada más ni nada menos. Es una frase muy común entre los arquitectos decir que “menos es más”. No hay que tenerle miedo a una pared vacía, a una estancia sobria; un color adecuado puede sustituir la falta de mobiliario o accesorios.
7. Versatilidad
Ofrecer la posibilidad de realizar diferentes actividades en un mismo espacio enriquece un proyecto específico; tener esto en cuenta a la hora de diseñar nos permite enriquecer la propuesta.
8. Disposición
Un cuadro, por sí mismo, puede tener un valor artístico muy alto. Sin embargo, si lo colocamos en una pared cubierta por un biombo, el disfrute de la obra quedará relegada al olvido. La distribución y orden del mobiliario, accesorios y obras de arte incrementan las posibilidades del espacio.
9 Honestidad
En mi firma tenemos la convicción de que la honestidad debe permear todos los niveles del trabajo: en la utilización de materiales sólidos, de calidad y durables; en la originalidad de los diseños; en las gestiones de negocios; en la atención a los clientes.
10. Reutilización
Lo viejo es lo nuevo de hoy. Intervenir piezas ya existentes e incorporarlas en un diseño es una gran oportunidad para darle un toque original a un espacio. Además, es una forma de ser responsables con el entorno natural.
11. Color
La paleta cromática o paleta de color es mi pasión. Experimentar con la infinita gama de matices y colores que existen, aplicados en diversas formas en un espacio, es una de las formas más fascinantes de transformar algo ordinario en algo extraordinario.
12. Estilo Fusión+México
Nuestro país, como cualquier otro, es parte del entramado mundial de conexiones económicas, culturales y sociales: todos somos afectados por las decisiones y acciones de seres humanos en latitudes muy distantes; cuentan que el viento producido por el aleteo de una libélula en el Caribe puede acabar como un tsunami en Asia. Mi estilo Fusión+México es el resultado de la reflexión sobre la interdependencia internacional de tendencias del diseño de interiores a la luz de las maravillosas formas, colores y recursos naturales que, muy particularmente, ofrece México.
Lo más importante al utilizar estos conceptos es identificarnos, mirar dentro de nosotros mismos —en profundidad— y descubrir de qué estamos hechos. La vida es mucho más apasionante cuando uno es dueño de una “identidad” que inspira.
¡Hasta la próxima!
Mariangel Coghlan