Un abrazo de bienvenida al hogar
Recuerdo un día que llegué al vestíbulo del hotel Marquis en Los Cabos. De pronto estaba ahí, parada debajo de un gran e imponente arco blanco con tres albercas que se fusionaban con el Mar de Cortés al horizonte vistiendo un hermoso atardecer de frente; a mis espaldas, el desierto con palmeras con ese tan hermoso ecosistema propio de la península de Baja California que tanto amo.
La recepción lucía con unos mostradores de troncos recuperados y el mobiliario blanco y de mimbre vestía ese enorme espacio con sutileza y sencillez que amalgamaba de manera perfecta el entorno arquitectónico con la naturaleza. Todo esto acompañado con el sonido de la caída de agua de una cascada de unos doce metros de altura con música en vivo y una amable señorita que se nos acercaba a mí y a mi esposo con unos cocteles en una charola de plata y un para de toallas frías para refrescarnos la frente y la nuca por el exorbitante calor de la región. Eso es un vestíbulo: toda esa experiencia que se vive al llegar a un lugar.
Antes, el vestíbulo, estrictamente era el atrio o portal cubierto que servía de acceso a ciertos edificios, como templos o palacios. Hoy los vestíbulos son esas antesalas que hay antes de entrar a cualquier lugar. Si bien yo acabo de describir el vestíbulo de un hotel, los que componen a nuestros hogares deben cumplir exactamente con el mismo requisito: hacernos sentir asombrados, cómodos, cálidos y bien recibidos. Y el asombro no debe ser necesariamente porque se traten de lugares lujosos y espectaculares, si no por la dulce e inolvidable sensación que provoca el ser bienvenido. Es por esta razón que debemos hacer que este espacio sea como un abrazo que nos reciba a nosotros y a nuestros invitados.
Un vestíbulo es lo primero que conocemos de cualquier casa, es ahí donde percibimos la primera sensación de cómo será un hogar. El diseño interior de estos espacios siempre debe apuntar a lograr estas sensaciones. Las personas que nos dedicamos al interiorismo sabemos que lo más importante es el concepto, pero el mobiliario y desde luego los artículos decorativos contenidos ahí, serán de vital importancia. Para diseñar un vestíbulo, nos gusta inspirarnos en la identidad de la casa ya que es como una pequeña muestra de lo que después veremos en cada una de las áreas que la componen.
Otro factor muy importante para el diseño de estos espacios es la iluminación. La gran ventaja es que cuando abrimos la puerta y entramos del exterior a algún vestíbulo, la entrada de la luz natural será inminente, lo que hará que todo se ilumine y se aprecie, pero ojo, esto también es un foco rojo para que siempre tengamos cuidado de tenerlo perfectamente ordenado. Recordemos que no sólo es la entrada de nuestra casa… es la primera impresión de cualquier persona que entrará y hasta para nosotros mismos; si llegamos a nuestro hogar, qué mejor regalo que éste nos reciba con su mejor cara.
Pese a que, al ser una entrada, la luz del día siempre nos ayudará, no debemos dejar pasar la oportunidad de, en la medida de lo posible, tener un domo que nos ayudará con una entrada de luz vertical que puede ser de gran ayuda, además de que puede vestir la mesa del recibidor. Yo sugiero flores, que por más sencillas que estas sean, siempre darán un toque fresco, vivo y muy agradable que hará mejor cualquier bienvenida.
Para la luz artificial podemos pensar en alguna luminaria linda de techo y/o en la mesa o la consola. Los arbotantes también pueden ser una buena opción y hasta velas y opciones de luz tenue y amarilla ayudarán a lograr una atmósfera más cálida y acogedora.
Existen muchos vestíbulos: el de la entrada principal que es del que hemos hablado aquí, los de las entradas a las recámaras, a los baños y a distintas áreas que componen una casa, un hotel, una oficina, un restaurante, una boutique, etc. Te sugiero que pongas atención y te plantees la idea de renovarlos… estoy segura que te llevarás una grata sorpresa y harás feliz a tu familia. Si necesitas la ayuda de un experto, no dudes en contactarnos.
¡Hasta la próxima!